Muy asqueroso es, pero que se hace cuando se descubre a la economía engañándote, y riéndose de la desgracia del pueblo ante tanta falta de oportunidad habiendo tanto para compartir, dinero que tratan de almacenar hoy electrónicamente, luego de que lo multiplicaron con la imprenta y el papel, el oro se les fue acabando: Vomitar.
Este acto reflejo surge una vez más en nuestros días cuando el ministro Andrés Velasco de Haciendo Trampa se enjuaga su boca con que “la inflación no se resuelve de la noche a la mañana” luego de que ha puesto los ahorros y ganancias que ha obtenido el Fisco a partir del alto precio del cobre, en dólares y en depósitos en el extranjero cagándose a todo Chile. ¿Cuál es el monto que dejó de percibir el Fisco si hubiese puesto el dinero de aquellos depósitos en Euros, la moneda por la que hasta los “ciegos” apostaron?
Es que les pagan comisión por ello, es que mantener a la FED (Reserva Federal Norteamericana) en pie ante su desplome está obligado por los tratados de libre comercio firmados entre Chile y Estados Unidos, cuánto le está costando ello a una nación desinformada por el main stream que trata de desviar la atención y hacer como que estos problemas no existieran. ¿Qué ha perdido el precarizado pueblo de Chile con todo esto?
Tal vez, la educación podría ser gratuita y de calidad para quienes no pueden pagar una universidad o bien a muy bajo costo permitiendo el acceso universal, pero una mejor descripción matemática de la relación de pérdidas que ha tenido para el país, con el favorcito del siglo, es que la pérdida asciende a 26 mil millones de dólares con lo que el Estado podría haber construido 500 mil casas de 1250 UF viviendas dignas para el déficit habitacional que tiene. Si nos equivocamos que lo aclaren o desmientan los expertos de Hacienda o el Banco Central.
Se ha castigado otra vez a los que menos tienen, los más, se ha favorecido los que tienen “más”, los menos, aquellos que sin importar el derecho humano a la vida desde sus puestos cada vez que se han visto acorralados han atacado con la muerte y la guerra en nombre de la democracia.
El descalabro es tal y quieren que los sigamos avalando con nuestro cobre, nuestros bosques, nuestra agua, nuestro trabajo y todo lo que puedan traducir como capital para su reserva cuando su poder compartir es tan débil, su entendimiento y definición de lo público, tan privado.
Seguir la pista no es fácil, las fusiones bancarias y muchas otras piruetas golondrinas que se están dando en nuestro país deben ser miradas con atención, los intereses actuales de los créditos, el valor de la bencina en Chile, pues la tendencia mercadocéntrica con un foco fuera del territorio sudamericano y nacional, ha anulado al Estado, y convertido a sus tecnócratas en títeres de la mentira del norte.
Bruno Sommer C.