Junto con considerar "una expresión muy profunda del respeto a la vida humana" la decisión del TC de impedir la distribución de la "píldora del día después", el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, cuestionó el argumento de "desigualdad" esgrimido por el Gobierno para rechazar el fallo ante la eventual distribución de la píldora sólo en farmacias, indicando que es una "falacia".
"Ése no es el espíritu con que se hicieron los alegatos ni es tampoco, creo yo, lo que va a decir la sentencia", sostuvo el religioso, miembro Opus Dei, en entrevista con Emol.
En este aspecto, opinó que las autoridades "desgraciadamente usan a los pobres". "A los pobres hay que enseñarles, pero no hay que usarlos, como los está usando la autoridad para decir que no van a poder usar esto. Dejen a los pobres tranquilos. Si (la píldora) es abortiva nadie puede usarla", sostuvo.
Explicó que si el fármaco es inconstitucional porque es abortivo, entonces "no se puede entregar ni en farmacias ni en los sistemas públicos de salud y, por lo tanto, es una falacia decir que los ricos pueden comprarla y a los pobres no se les puede dar. Evidentemente que sería una injusticia tremenda".
A su juicio, ésa "es una tesis que se ha inventado" y que se "va a caer" cuando se conozca el fondo de la decisión del TC. "Estamos hablando de la sentencia de un tribunal que se refiere a temas de fondo y el alegato que se hizo contra la píldora fue porque era abortiva, no porque la repartía el Estado", puntualizó.
Sería "poco democrático" intentar revertir fallo
La autoridad eclesiástica criticó duramente los cuestionamientos al fallo, especialmente por parte del Gobierno, afirmando que "resulta inaceptable este nivel de rebelión en un país donde impera el derecho".
Ante la intención del Ejecutivo de buscar vías alternativas para posibilitar la distribución del fármaco, el religioso, miembro del Opus Dei, fue enfático en decir que "si el tribunal dice que la píldora es abortiva, como seguramente lo va a decir, lo otro es una porfía", atribuyendo una motivación "ideológica" a la autoridad.
"Cuando hay muchos otros métodos para evitar el embarazo adolescente y evitar el aborto ¿Por qué insistir en éste? Entonces ahí hay una cosa ideológica, que hay que tenerla presente, en el sentido de querer imponer esto a toda costa. (...) Esto ni siquiera es de la Iglesia, es un atentado contra un derecho humano esencial. Fuera la ideología y vivamos la verdad", enfatizó.
En este sentido, agregó que "no creo que llegue a tal la pertinacia del Gobierno de pasar a llevar o tratar e revertir un pronunciamiento del máximo órgano constitucional", recalcando que "sería un signo muy poco democrático".
"Ése no es el espíritu con que se hicieron los alegatos ni es tampoco, creo yo, lo que va a decir la sentencia", sostuvo el religioso, miembro Opus Dei, en entrevista con Emol.
En este aspecto, opinó que las autoridades "desgraciadamente usan a los pobres". "A los pobres hay que enseñarles, pero no hay que usarlos, como los está usando la autoridad para decir que no van a poder usar esto. Dejen a los pobres tranquilos. Si (la píldora) es abortiva nadie puede usarla", sostuvo.
Explicó que si el fármaco es inconstitucional porque es abortivo, entonces "no se puede entregar ni en farmacias ni en los sistemas públicos de salud y, por lo tanto, es una falacia decir que los ricos pueden comprarla y a los pobres no se les puede dar. Evidentemente que sería una injusticia tremenda".
A su juicio, ésa "es una tesis que se ha inventado" y que se "va a caer" cuando se conozca el fondo de la decisión del TC. "Estamos hablando de la sentencia de un tribunal que se refiere a temas de fondo y el alegato que se hizo contra la píldora fue porque era abortiva, no porque la repartía el Estado", puntualizó.
Sería "poco democrático" intentar revertir fallo
La autoridad eclesiástica criticó duramente los cuestionamientos al fallo, especialmente por parte del Gobierno, afirmando que "resulta inaceptable este nivel de rebelión en un país donde impera el derecho".
Ante la intención del Ejecutivo de buscar vías alternativas para posibilitar la distribución del fármaco, el religioso, miembro del Opus Dei, fue enfático en decir que "si el tribunal dice que la píldora es abortiva, como seguramente lo va a decir, lo otro es una porfía", atribuyendo una motivación "ideológica" a la autoridad.
"Cuando hay muchos otros métodos para evitar el embarazo adolescente y evitar el aborto ¿Por qué insistir en éste? Entonces ahí hay una cosa ideológica, que hay que tenerla presente, en el sentido de querer imponer esto a toda costa. (...) Esto ni siquiera es de la Iglesia, es un atentado contra un derecho humano esencial. Fuera la ideología y vivamos la verdad", enfatizó.
En este sentido, agregó que "no creo que llegue a tal la pertinacia del Gobierno de pasar a llevar o tratar e revertir un pronunciamiento del máximo órgano constitucional", recalcando que "sería un signo muy poco democrático".