domingo, 7 de septiembre de 2008

Velasco debiera renunciar.

"Después de esto, el gabinete debiera dejar en libertad de acción a la Presidenta"

Juan Antonio Muñoz H.

Fue el primero en votar en contra de que se renovaran las platas para el Transantiago y el primero en proclamar que se debía usar el 2% constitucional. No lo escucharon, y su dramático impulso terminó con que fue expulsado de la DC. Convertido hoy en líder de los disidentes y en presidente del Senado, Adolfo Zaldívar no ceja.

-Usted dijo hace tiempo que el sistema de transporte (Transantiago) era un fracaso, pero ahora estamos ante otro hecho: los ministros no se dieron cuenta de que el modo de financiar que ellos mismos estaban proponiendo era inconstitucional. ¿Cómo reflexiona usted frente a este punto?

-No sé si no se dieron cuenta o fue más fuerte su soberbia y afán de imponer un proyecto emblemático de la cúpula concertacionista que hasta ahora no se ha podido develar en toda su magnitud.

-Una vez que se logre una solución, habrá que exigir una investigación de cómo esto se gestó, cómo y por qué se hicieron los contratos de esa forma, a dónde han ido a parar los millones de dólares que ha costado esta brutalidad. Es la plata de todos los chilenos la que están despilfarrando. Nadie quiere asumir sus responsabilidades, partiendo por el ex Presidente Lagos. Menos, el equipo de gobierno actual, donde aún imponen sus criterios los mismos que indujeron a la Presidenta Bachelet a dejar de lado sus aprensiones y la condicionaron para que le diera el vamos a este crimen social llamado Transantiago.

Los "apernados

-Como presidente del Senado, ¿de qué manera debiera, a su juicio, ser esto sancionado?

-Al más alto nivel. La Presidenta debiera sentirse con plena libertad para pedir explicaciones claras y definitivas, liberarse de cualquier presión político-partidista y adoptar medidas que le permitan convocar a todos a apoyar una solución radical, definitiva y que sólo tenga como norte devolver la normalidad a la vida de todos los usuarios del Transantiago y el Metro.

-Hay quienes piensan que esto amerita una acusación constitucional o la renuncia de algún ministro...

-Creo que una acusación constitucional, en este caso, sólo enrarecería más el ambiente. La primera vez que se abordó este tema en el Senado, y al explicar mi voto en contra, señalé que el camino era el uso del 2% constitucional, llamados decretos de emergencia económica y vigentes desde 1943, y además demandé las responsabilidades políticas de los ministros involucrados, sugiriendo que dejaran en libertad de acción a la Presidenta, renunciando.

-Dado como han evolucionado las cosas, la fuerza de los hechos y cómo la realidad ha terminado imponiéndose, el gabinete debiera dejar el libertad de acción a la Presidenta. Parafraseando a los argentinos cuando la clase política no lograba superar la crisis: era hora de que se fueran todos y le permitieran a la Presidenta buscar soluciones republicanas y de unidad nacional.

-Quienes recomendaron a la Presidenta que recurra ahora al 2%, sin hacer cambios en el gabinete, sibilinamente se "apernaron", como se dice en buen chileno. Se debió recurrir a un nuevo equipo para buscar soluciones de fondo, pues la tentación que existirá será usar estos recursos para seguir justificando lo injustificable y no pueden hacerlo. Los recursos provenientes del 2% sólo pueden usarlos para normalizar la situación, no para financiar permanentemente este desastre. El solo hecho de haber recurrido a él es asumir el fracaso del Transantiago. Lo lógico es entonces dar paso a algo absolutamente distinto. El adecuado uso del 2% y la búsqueda de una solución real debió quedar radicado en otras manos. ¿Qué nos garantiza que aquellos que son responsables de lo ocurrido puedan ir al fondo del problema?

"Lo peor del estatismo-marxista y lo peor del capitalismo-salvaje"

-El ministro Cortázar dice haber hecho todo lo que ha podido...

-El ministro Cortázar ha sido un sofista. Lo que afirmaba ayer lo niegan sus propias palabras actuales; y sus dichos de hoy no dan confianza, pues la crisis se le escapó de las manos. Sólo basta ver cómo se dispararon las cifras del déficit. Y el servicio, a juicio de los usuarios, está igual o peor.

-Acá hubo una concepción superior, una definición de política pública que ha resultado ser un engendro entre lo peor del estatismo-marxista y lo peor del capitalismo-salvaje. Por una parte, la aplicación ortodoxa de una planificación centralizada, de espaldas a la realidad y a los intereses de las personas; y, por otra, la concentración de la riqueza al permitir que las pingües utilidades queden en las manos de unos pocos capitalistas, liquidando de pasada a miles de pequeños y medianos empresarios que conformaban el antiguo sistema de transporte público y que no le costaba un peso al Estado, el que -por cierto- debía ser corregido pero no exterminado.

-¿Usted estaría de acuerdo en que la manera de financiar el Transantiago es a través de una ley para terminar con éste y volver al sistema antiguo mientras se estructura uno nuevo?

-El sistema debe ser intervenido a la brevedad, rescindir los contratos y volver a la malla antigua que cubría todo Santiago, terminar con los famosos transbordos; mantener lo único bueno que tiene este proyecto, que es la tarjeta Bip! y el salario fijo a los conductores, con algún sistema de incentivo para evitar la evasión. Integrar a los antiguos empresarios, varios de los cuales quedaron en la ruina, al punto que algunos se suicidaron. Muchos de ellos hoy tienen sus máquinas arrendadas a los operadores por 500 mil pesos mensuales. La rentabilidad de los operadores hoy día es sobre el 40%, algo nunca antes visto en un negocio del transporte. A estos pequeños y medianos empresarios debiera dárseles créditos blandos a través de Corfo para que renueven sus máquinas con tecnología de punta y altos estándares ambientales, que era la gran crítica que se les hacía.

-¿A pesar de los costos financieros que tendría para el país?

-Los mayores costos los están pagando los millones de compatriotas que son diariamente humillados y tratados como reses, con consecuencias sicológicas de impredecibles consecuencias e incubando una violencia irracional entre las personas.

-¿No le importan los costos políticos que tendría para la Concertación?

-Quien quiera evitar costos políticos jugando con la dignidad de las personas debe ser desenmascarado. La prensa independiente tiene ahí un papel que jugar. No puede ser que todos los responsables pretendan lavarse las manos minimizando la crisis o evadiendo el tema.

Curiosidad socialista

-El uso del 2% constitucional para catástrofes, ¿le sigue pareciendo adecuado? ¿El 2% es para ayudar en imprevistos graves o para solucionar errores de la administración...?

-Cuando la administración es calamitosa y está de por medio la calidad de vida de la población, como es este caso, por cierto que es adecuado. Y lo que sí correspondería es que tales errores sean asumidos y los responsables sancionados. No me parece lógico que sigan en sus cargos ministros que, como el de Hacienda, tuvieron directa responsabilidad en el desastre. El ministro de Hacienda debiera renunciar. Curiosamente, es bajo administraciones socialistas donde se ha usado mayormente este recurso constitucional, y aún más curioso que haya sido para resolver temas de transporte público a partir del propio caos que genera la administración. El caso de la Unidad Popular es más que sintomático: siete veces debieron recurrir al 2% para poder regularizar el transporte.

-Ahora se usará el 2% y la Presidenta y todos los ministros debieron firmar como codeudores solidarios. ¿Implica eso que si se resuelve que el gasto fue mal hecho, los ministros y la Presidenta debieran pagar con su propio patrimonio?

-La Constitución Política da la respuesta. Si se contraviene la adecuada utilización del 2%, todos los ministros son solidariamente responsables del reintegro, sin perjuicio de sus eventuales responsabilidades por el delito de malversación.

La actitud de Lagos

-El ex Presidente Lagos, a través de una radio comunitaria de Conchalí, señaló: "Yo sé que han sufrido un poquito con el Transantiago...".

-Para la crisis de Inverlink, dijo que para qué nos preocupábamos, que era como si se rompiera un jarrón. En lo de Ferrocarriles del Estado y el daño hecho a todas las regiones del sur, parece encogerse de hombros y los suyos tratan por todos los medios de minimizar la volatilización de más de mil millones de dólares. De los sobres con dinero para sus ministros lo salvó la derecha y presionaron a los tribunales de manera escandalosa. Nunca ha respondido de cómo durante su gobierno se produce la mayor concentración de la riqueza, la peor distribución del ingreso y se deja en la indefensión a la clase media chilena. Por qué habría de extrañarme ahora que Lagos trate de eludir su responsabilidad minimizando los hechos.

-Como dice un papelógrafo instalado en el paso bajo nivel de Santa Lucía con Moneda: "La actitud de Lagos tiene nombre... patudez y soberbia".



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