viernes, 31 de agosto de 2007
Salarios justos: ¿Más subsidios o mejor mercado?
domingo, 26 de agosto de 2007
“Estoy con Fernando Montes: el salario máximo debe tener un techo”
Está cansado de tanto ajetreo. Por primera vez en años, los temas laborales y sindicales han sido portada y eso lo tiene lleno de actividades. Mientras prepara la movilización nacional del 29 de agosto, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) apoya la prédica de los sacerdotes y dispara sin filtro contra los empresarios, Piñera, Matthei y el Gobierno. Sin pelos en la lengua.
-¿Por qué la CUT se restó de participar en el Consejo Asesor para la Equidad?
-Creemos que no se necesitan tantas comisiones para entender cómo mejorar las condiciones de trabajo de la gente. Ellos saben lo que hay que hacer, porque han conversado con los trabajadores varias veces. Lo que deberían hacer ahora es tomar las decisiones que saben que hay que tomar.
-¿No tuvieron miedo de sentarse a conversar porque los trabajadores se podrían haber desmovilizado?
-No, nosotros no tomamos las decisiones así. Las cosas las hacemos porque hay que hacerlas, no por miedo. Si fuera importante estar en el consejo sin duda estaríamos, pero para nosotros no es importante participar.
-Evelyn Matthei dio a entender que los economistas son los más indicados para resolver los problemas de desigualdad y que no basta con buenas intenciones. ¿Cree que las personas que no saben de economía pueden dar soluciones reales?
-Yo creo que la Matthei tiene un complejo de economista. Esa respuesta se la dio al obispo Alejandro Goic, y ahora dice lo mismo para el consejo asesor. Está medio rayada con esa respuesta.
-¿Qué opina sobre la propuesta de Piñera, de que el Estado subsidie a los trabajadores que ganan menos de 280 mil pesos?
-Piñera predica lo que los demás tienen que hacer, pero lo que él debería es dar el ejemplo al país. Y su idea de que el Estado pague los sueldos me parece una patudez, eso es oportunismo.
-Después de que el obispo Goic habló del salario mínimo ético, el sacerdote Fernando Montes puso en el tapete el tema del salario máximo ético. ¿Qué opina usted de ese énfasis?
-Chile y Brasil son los países que más diferencias salariales tienen. Mientras el gerente de una empresa gana 24 millones de pesos, al lado hay un trabajador que gana el salario mínimo. Esto no puede ser. Estas diferencias generan las desigualdades y las odiosidades que se dan hoy día. Yo estoy con el sacerdote Montes en la idea de que el salario máximo debe tener un techo.
-Los empresarios han culpado al Partido Comunista de estar tras las movilizaciones que protagonizan actualmente los trabajadores.
-Se nota que esos empresarios nunca han salido más allá de la oficina de su empresa y de su casa. No tienen idea de lo que pasa en el país. Si el PC estuviera detrás de todos los movimientos de los trabajadores, hoy día estaría en el poder, en el Parlamento y en La Moneda. Decir eso es malintencionado de parte de los empresarios y una falta de respeto a los trabajadores. Los trabajadores tienen perfecta capacidad para decidir lo que tienen que hacer y no necesitan que nadie se lo diga.
-¿Pero por qué vinieron tantas huelgas justo ahora?
-Ha habido un proceso de construcción. Esto es el fruto de años de trabajo de mucha gente que construyó sindicatos donde no los había, que fue educando, elevando los niveles de conciencia y por eso hoy el movimiento sindical da luces. Después de muchos años empezamos a sacar la voz.
-¿Por qué declaró que no habrá paz social mientras no se respeten los derechos de los trabajadores?
-La gente hoy día está violentada en sus derechos y en su dignidad. Mientras las condiciones no cambien y los sigan aplastando, la gente no se va a quedar tranquila y va a seguir manifestándose.
-Uno de los temas que quieren poner en el tapete con la movilización del miércoles que viene es el concepto de empresa. ¿En qué sentido quieren modificarlo?
-Para nosotros, la empresa es la suma de todas las razones sociales de un mismo dueño y compañía. No aceptamos que cada razón social sea una empresa distinta, porque por ese camino se dejan de respetar los derechos laborales, como el de negociación colectiva.
miércoles, 22 de agosto de 2007
“Me impacta la rabia que están anidando los trabajadores”
"Chile necesita tanto de Pablo Neruda como de sus economistas para vivir", dice el jesuita Fernando Montes ante lo que parece una dictadura del discurso económico. El rector de la Universidad Alberto Hurtado y comentarista de Canal 13 se rebela ante esa realidad y arremete con una invitación en la que, por cierto, incluye a los trabajadores: discutir sobre el salario máximo ético.
"El país ha tenido un enorme progreso y es extremadamente importante que se visualice una buena distribución de ese avance", empieza Montes. "No puede haber un país moderno con los niveles de inequidad que hay en Chile. Eso es sembrar una tempestad".
-¿Cómo define un salario máximo ético?
-No quiero dar cifras, es irrelevante. Sí me parece que el que gana mucho tiene una responsabilidad social creciente y tiene que devolver a la sociedad parte de lo que recibe con sus impuestos, su iniciativa y sus inversiones. Es obvio que, así como hay sueldos que hieren la conciencia nacional porque están por debajo de un mínimo ético, también hay ciertos máximos que llaman la atención en un país de pobres.
Montes ejemplifica. "El año pasado me llegaron cartas alegando porque dije que me escandalizaba que un deportista cobre 57 millones de pesos para hacer un espectáculo, en circunstancias que un trabajador que se levanta a las seis de la mañana, viaja en el Transantiago, trabaja todo el día y llega agotado a su casa necesitaría 40 años para ganar esa plata".
-¿Estamos en un momento preciso para buscar soluciones?
-Es prodigioso que nos atrevamos a conversar y que la Presidenta haya creado un consejo para plantear el problema. Pero hay que tener una perspectiva doliente en el alma para buscar mejores soluciones.
-¿Tienen esa perspectiva los empresarios, quienes critican el empoderamiento de los trabajadores?
-Hay que generarlas para mirar la sociedad desde el otro lado. El otro día participé en un congreso con mil trabajadores y quedé impactado con la rabia que están anidando. De una manera pintoresca -porque no es una solución-, en mi última prédica ejemplifiqué con la idea de dar un sueldo de 144 mil pesos a los economistas por un tiempo. Estoy seguro de que ellos buscarían una solución.
-El suyo es un llamado a la conciencia porque nadie puede obligar a usar socialmente un sueldo ajeno.
-A la conciencia y a la vez a quienes tienen responsabilidades políticas. Una empresa tiene capital y trabajo, y cada uno debe recibir conforme a lo que es justo. Pero hoy no somos sabios en la manera de distribuir los excedentes y todo pasa sin más al capital.
-¿De qué manera puede darse un uso social de esos grandes sueldos?
-Hay que revisar seriamente el sistema impositivo. A nosotros nos lloran porque los impuestos disminuyen la actividad económica, pero también dijeron que con el royalty se paralizaba el país y no fue así. Países que estuvieron peor que nosotros hoy -como Suecia- tenían impuestos a las ganancias mayores a los nuestros y así lograron desarrollarse. Además, nuestra carga impositiva es inaceptable: los pobres pagan más impuestos que los más ricos porque el IVA afecta prácticamente al 100% de su sueldo.
-¿Que podría pasar si no corrige esa desigualdad?
-Siento en el aire que puede salir un líder populista que prometa oro y distribución fácil, y nos podemos encontrar sin pan ni pedazo por no solucionar los problemas a tiempo.
-¿Lo escandaliza que un director y un trabajador de una misma empresa tengan diferencias de salarios de 200 veces?
-Me duele que una persona que trabaja arduamente no tenga lo elemental para vivir con dignidad. En ese sentido, claro que me escandaliza.
martes, 21 de agosto de 2007
“Hay que dotar de poder a los trabajadores”
El ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, se refirió ayer a la situación de inequidad expresada en las deficiencias salariales existentes en Chile y destacó que el diálogo social es la mejor opción para mejorar las relaciones laborales. Entrevistado por Radio Cooperativa, Andrade sostuvo que en la baja tasa de sindicalización en Chile y, especialmente, en la de negociación colectiva, están las razones fundamentales que explican la inequidad de salarios existente.
"En Chile, año a año, cada vez son menos los trabajadores que negocian, porque en muchos casos la negociación es un mero acto de adhesión a la propuesta de la empresa. Siempre la manija es muy fuerte para el empleador, y por eso hemos hablado de la necesidad de una relación más equilibrada", dijo.
En ese sentido sostuvo que fortalecer a los trabajadores como interlocutores válidos frente a sus empleadores redundaría en mejores niveles salariales y, por añadidura, en mayor estabilidad social.
"Hay un asunto de fondo que debemos considerar y en esto la Iglesia ha sido certera, y es que efectivamente tenemos un problema de desigualdad y que tenemos que afrontar no desde el punto de vista de la asistencialidad, sino de dotar a los actores de poder".
"En Chile ha existido un esfuerzo constante y permanente de diálogo, pero está faltando un diálogo más nacional, más general, y estamos en eso, y hay que hacerlo pronto, porque los tiempos siempre se hacen poco cuando se trata de pobreza y desigualdad", concluyó.
Respecto al proyecto de ley anunciado por un grupo de parlamentarios de la Concertación para establecer el salario mínimo como un salario universal, sobre el cual se debe calcular cualquier otro factor variable de ingreso, dijo que éste aborda un tema "que no es menor" en la actual legislación.
"El salario mínimo, que está asociado a una jornada, en la práctica, no se está aplicando de esa manera, y uno se encuentra con salarios bases bastante bajos, de 40 mil pesos mensuales, 20 mil mensuales, donde todo lo demás es variable. Eso, claramente, atenta contra un principio básico que está en la ley", dijo, añadiendo que "en la práctica se llega al mínimo, pero sobre la base de una exigencia hacia los trabajadores que va más allá del cumplimiento de la jornada. Y eso, en nuestra opinión, efectivamente constituye una irregularidad".
Andrade señaló además que la tendencia internacional apunta a que los trabajadores fijen sus salarios en una relación de negociación directa con sus empleadores; y que ésa debería ser la dirección que se debería asumir en Chile. "Por cierto -acotó- para eso hay que dotar a las partes de suficiente simetría para que por supuesto para eso hay que dotar a los trabajadores de una cierta simetría y equilibrio para que esas negociaciones sean entre iguales y sean negociaciones reales".
DEBATE POR LA EQUIDAD SOCIAL
El Gobierno optó por ordenar la explosión de propuestas en torno al mercado del trabajo que surgió tras la huelga de los subcontratistas de Codelco y la mediación del presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, que derivó en su fórmula de 250 mil pesos como salario ético mínimo.
Ayer en Chillán, donde encabezó los actos por el natalicio de Bernardo O’Higgins, la Presidenta Bachelet dijo que su administración busca “hacerse cargo de que hay una necesidad-país de sentarnos distintos actores a decir y buscar el máximo acuerdo, de manera que si a este país le va bien, que eso les llegue a los trabajadores”, aludiendo de esa manera a la próxima creación de un “consejo asesor para la equidad”.
En tanto dirigentes sindicales y parlamentarios de la Concertación denunciaron la vergonzosa situación de las dos mayores cadenas de supermercados en Chile: la de la familia Ibáñez, que opera con más de 150 distintas razones sociales y su tasa de sindicalización no supera el 4%; y la de Horst Paulmann, en donde la diferencia entre el salario más bajo de un trabajador y el más alto de un ejecutivo supera las 200 veces. A modo de comparación, en Japón esta relación es de cinco veces; y en Europa, de ocho.
El ministro del Trabajo afirmó que la única vía para obtener salarios más justos y competitivos es la negociación entre empleadores y sindicatos, pero en igualdad de condiciones. Para eso, dice, hay que dotar de poder a los trabajadores.
La atomización empresarial puede disminuir la capacidad de sindicalización
Abogado laboralista, ex director del Trabajo entre octubre de 2004 y marzo de 2006, Marcelo Albornoz lanzó ayer su libro “Subcontratación laboral y servicios transitorios”, orientado a servir de guía para el cumplimiento de la nueva normativa.
Albornoz sostiene que “cuando hay un abuso de razones sociales, efectivamente la atomización empresarial puede disminuir la capacidad de sindicalización”.
En su opinión, la normativa de subcontratación -sin la definición de empresa objetada ante el Tribunal Constitucional- no impide el abuso en la multiplicidad de razones sociales. Pero a su juicio, este problema no necesariamente requiere una solución legislativa.
“Una cosa es la legislación y otra es cómo lo conceptos se van aplicando en la práctica. En el último tiempo hemos observado negociaciones que no están en la ley, que no están regladas, pero en la práctica han sido reconocidas”, sostiene. Del mismo modo, añade, “las buenas prácticas laborales también pueden hacer innecesaria el estar legislando a cada rato”.
Albornoz explica que en lo que respecta a la multiplicidad de razones sociales y el concepto de empresa, “hace bastante tiempo que la jurisprudencia ha ido reconociendo que el tener una sociedad constituida distinta a otra, con otro RUT y contabilidad distinta, no es suficiente para acreditar que se trata de distintos empleadores”.
lunes, 20 de agosto de 2007
Las AFP en el tapete
En esos años el empleado que entraba al mercado laboral viajaba en tren, se tomaba el tren a los 25 años y se bajaba a los 65 años para jubilar. O sea, las expectativas eran de trabajar 40 años para vivir unos 8 a 10 años más con una pensión.
Para tal efecto, se tomó la decisión de aportar el 10% de la remuneración del trabajador, con un tope de 90 UF, o sea, no se podía ahorrar más de $162.000 mensuales (cifra actualizada).
Posteriormente el sistema abrió diversas otras alternativas de ahorro voluntario que permitían al trabajador alcanzar un mejor promedio de jubilación.
Mientras el sistema daba sus primeros pasos y se enmarcaba en el paradigma del empleo para toda la vida las perspectivas eran excelentes. Se hacían hasta cálculos felices con un ahorro de 40 años para vivir unos 10 años jubilados. El festín era tremendo.
Pero el panorama cambió sustancialmente y el sistema no se ajustó a la nueva realidad. Ahora un alto porcentaje de los trabajadores ya no viaja en “tren”, sino en “colectivo”. Tiene trabajos temporales, a contrata, por proyectos, free-lance, subcontratos, sistemas que afectan a los trabajadores privados y estatales.
Estos trabajadores no cotizantes temporales del sistema de AFP y muchos de ellos han abandonado el sistema buscando nuevos caminos para el ahorro.
Esto está determinando que los cálculos felices de los 80 y 90 ya no sirvan. Muy pocos trabajadores podrán jubilar a los 60 o 65 años de edad. La mayoría esta perdiendo su condición de imponente del sistema a corta edad y las jubilaciones anticipadas hacen nata. Según datos oficiales el 61% de los cotizantes está jubilando anticipadamente.
Hay personas con 45 años que ya están dejando de imponer porque el mercado laboral no esta generando empleos a partir de esa edad. Hay excepciones, pero son miles los que han dejado el mundo de las imposiciones en la AFP.
Otro factor que incrementa el desafío, es el aumento de la edad de las personas. Si antes un varón jubilaba a los 65 y vivía hasta los 74, ahora la edad de sobrevida está llegando a los 90 años. O sea, ahora se trabaja hasta los 45 años de edad con imposiciones en la AFP para vivir otros 45 años jubilados. Con esto no hay sistema que aguante.
¿Cuáles serian entonces las soluciones? Entre otras:
2.- Buscar un método para que los independientes que no imponen lo hagan obligadamente, a través de una retención en las boletas de honorarios y que vaya a un fondo en la AFP.
3.- Generar nuevos instrumentos de ahorro, fuera del sistema de AFP, para que la generación de los SIN EMPLEO, PERO CON TRABAJO ahorre...
El tema no se resuelve con bajar las comisiones o los sueldos de los gerentes, abrir el sistema a los Bancos, NO….eso es como reducir el alcoholismo disminuyendo el tamaño de las botellas.
¿Cuál es el futuro?:
¿Qué cree usted que estamos preparando en las Universidades chilenas donde todos buscan un aval para ingresar?
Quiénes se beneficiaron con la privatización de las AFP (I)
El denominado fondo de pensiones no consiste entonces en dinero, sino en acreencias – diferentes papeles, como acciones y bonos - sobre flujos futuros de las empresas que recibieron y gastaron dichos fondos, así como futuros impuestos en el caso de los prestados al Estado.
Tampoco es efectivo, como se difunde a menudo, que los fondos de pensiones se hayan utilizado principalmente en financiar viviendas, puesto que menos de un 5% del total está invertido en bonos hipotecario.
Parte de los fondos, equivalentes al 15.3% del total, fueron traspasados a instituciones del Estado, principalmente el Banco Central y la Tesorería, que han absorbido conjuntamente el 11.6% de los fondos totales.
Finalmente, empresas del Estado, principalmente el Banco del Estado, Metro, CODELCO, Ferrocarriles y ENAP han recibido conjuntamente un 5.4% de los fondos totales.
Sin duda, los principales destinatarios del grueso de los fondos de pensiones han sido los grupos económicos privados.
Un tercio de los fondos invertidos en Chile ha sido entregado a sólo 5 grupos, tres ellos relacionados con los controladores de las principales AFP.
Los principales receptores de fondos previsionales son los grupos españoles establecidos en Chile. Entre los 13 mayores receptores de fondos hay cinco grupos españoles, Santander, Endesa, BBVA, Telefónica, y Aguas Andinas, que en conjunto han recibido 11.609 millones de dólares, que equivalen a un 21,8% del total de los fondos invertidos en Chile.
Los principales grupos económicos nacionales son asimismo grandes receptores de fondos, destacando los grupos Luksic, Yarur, Matte, Saieh, y Angelini, todos los cuales han recibido más de mil millones de dólares cada uno, y 4.332 y 3.408 millones, en el caso de los dos primeros.
Llama la atención que entre los principales favorecidos con las inversiones de las AFP se encuentran grupos estrechamente identificados con la dictadura, o nacidos al alero de las privatizaciones, como los ya mencionados Yarur y Saieh, pero también Hurtado–Fernández, del Real, de Andraca, y nada menos que el ex yerno del dictador, Ponce Lerou.
Otros 24,826 millones de dólares están invertidos en el extranjero, un tercio de ellos en 4 fondos de inversión, y la mitad en 8 fondos.
Quiénes se beneficiaron con la privatización de los fondos de pensiones
Como es bien sabido, todos los parámetros económicos presentan una elevada variabilidad, la cual es por lo general cíclica. La tasa de interés y las bolsas de valores, por ejemplo, que constituyen la base del sistema de AFP y de los mecanismos de capitalización en general, son las más variables de todas. El que el sistema de pensiones chileno descanse exclusivamente en la capitalización constituye no sólo un problema para la mayoría de menores ingresos, quiénes no tienen capacidad de ahorro suficiente, y quedan por tanto al margen de la cobertura del sistema. El mecanismo así concebido significa asimismo un serio problema para quiénes si tienen dicha capacidad de ahorro – es decir, para los asalariados de ingreso superior al promedio - , puesto que sus pensiones presentan un grado de incertidumbre inaceptable. Adicionalmente, dicho mecanismo condena a las mujeres a pensiones inferiores a los hombres, puesto que jubilan antes y viven más, y deben por tanto sostener más años con el mismo fondo.
¿Cuál es entonces la fuente de financiamiento del mecanismo de reparto, que ha permitido a los principales países del mundo – incluido Chile hasta 1981 -, a lo largo de más de un siglo, garantizar a sus poblaciones pensiones definidas y crecientes al ritmo de los salarios, y a las mujeres condiciones similares a los hombres?
En contraste con la variabilidad de las pensiones que dependen de la capitalización, el mecanismo de reparto constituye la base principal de los sistemas de pensiones en todo el mundo, porque su base de recaudación es asimismo definida, y se asienta sobre las dos variables económicas más estables, y que son al mismo tiempo aquellas que crecen de manera más consistente: el número de trabajadores asalariados ocupados, y el nivel medio de salarios. En Chile, el flujo de cotizaciones previsionales es muy sustantivo, más que suficiente para pagar pensiones equivalentes a las del INP, y crece constantemente a una tasa que duplica el crecimiento de los adultos mayores.
Dicho flujo se origina en los descuentos previsionales a los salarios y al 2005 totalizó 1.940.844 2 millones de pesos (1,9 billones), equivalentes a 3.500 millones de dólares, aproximadamente. Ha crecido de 859.253 millones (pesos 2005) en 1990, es decir, se ha multiplicado por 2.3 veces en quince años, lo que equivale a una tasa de crecimiento de 5.6% anual, en promedio. El 10% destinado al fondo de pensiones, y que las AFP traspasan inmediatamente hacia los grupos económicos destinatarios, principalmente, el 2005 alcanzó a 1.578.141 millones de pesos (aproximadamente 1,6 billones). A ello hay que agregar las comisiones que cobran las AFP y sus cías. de seguros coligadas, las que en el mismo año promediaron 2.3% de los salarios y sumaron 362.703 millones de pesos.
Como referencia, el costo total de las pensiones no asistenciales pagadas por el INP alcanza actualmente a poco más de 1.5 billones de pesos anuales, incluyendo los beneficios que reciben los pensionados, las sobrevivencias y los inválidos, además de algunas pensiones no contributivas, como reparaciones y otras. En otras palabras, los descuentos previsionales actualmente destinados al fondo de pensiones podrían solventar perfectamente las pensiones públicas no asistenciales. Dichas pensiones cubren actualmente a tres de cada cuatro adultos mayores, aproximadamente, y su tasas de re reemplazo promedio se acerca al 70% de los salarios medios.
Como se ha mencionado, por otra parte, en Chile los adultos mayores crecen a una tasa de largo plazo de apenas 2.6% anual, y en los últimos quince años dicho ritmo ha sido del orden de 3% anual. A ese ritmo, se requieren veinte y cuatro años para duplicar el número de adultos mayores, mientras las contribuciones salarias más que se duplicaron en quince años, como se ha visto. Es decir, la masa de descuentos a los trabajadores activos crece casi el doble de rápido que el número de trabajadores pasivos, aún manteniendo constante el porcentaje de descuento. Ello desmiente en forma categórica las apreciaciones catastrofistas a este respecto, que usualmente difunden quiénes pretenden descalificar la viabilidad del sistema de reparto, para sostener el régimen de capitalización individual. Las cifras mencionadas demuestran sin lugar a dudas la factibilidad y sustentabilidad del sistema de reparto como mecanismo de financiamiento de pensiones definidas.
El impacto regresivo del sistema de AFP sobre la distribución del ingreso
Prácticamente todas las cotizaciones previsionales se han traspasado a los emisores de instrumentos financieros adquiridos por las AFP y Cías de seguros, y a estas últimas empresas. Entre 1990 y 2005, los beneficios previsionales totales recibidos por los afiliados a las AFP han sumado 4.461.648 millones, mientras los bonos de reconocimiento traspasados por el fisco a las AFP han totalizado 4.402.156 millones (ambas cifras en pesos del 2005). Es decir, los bonos de reconocimiento han financiado prácticamente todas las pensiones pagadas por las AFP y sus Cías de seguros relacionadas, durante estos años.
Es interesante hacer el ejercicio de considerar en conjunto a las AFP y las Cías de seguros que intervienen en el sistema previsional. Si se las puede considerar como un sistema al cual los afiliados aportan sus cotizaciones previsionales totales, las que el fisco complementa con bonos de reconocimiento, y del cual perciben pensiones de diverso tipo, incluidas las de invalidez. Por otra parte, adquieren derechos sobre el fondo de pensiones manejado por dicho sistema.
Visto de esta manera el sistema, entre 1990 y 2005, el fondo de pensiones ha crecido desde 4.492.298 millones a 37.897.036 millones, ambas cifras en pesos del 2005. Es decir, el fondo acumulado ha crecido en 33.604.738 millones. Por otra parte, los afiliados han recibido beneficios en el período que suman, como se ha mencionado, 4.461.648 millones. De esta manera, los haberes de los afiliados, por así decirlo, suman 38.066.386 millones en el periodo. Por otra parte, los mismos afiliados han contribuido con 22.978.944 millones en cotizaciones totales, y el fisco les ha traspasado un subsidio de 4.402.150 millones, ya referido, en bonos de reconocimiento. Adicionalmente, la revalorización neta del fondo por intereses y ganancias, además del saldo neto de cotizaciones voluntarias y otras, ha sumado 10.685.286 millones. Todas las cifras anteriores están en pesos del 2005, como se ha mencionado.
Expresadas las cifras anteriores como porcentaje de los haberes totales de los afiliados en el período, es decir, los beneficios recibidos más los aumentos del fondo, resulta que las cotizaciones dan cuenta de un 60.4% de los haberes, los bonos de reconocimiento un 11.6% de los mismos, y la revalorización del fondo un 28.1%, lo cual suma el 100% de los haberes (cuadro). Finamente, si se considera el flujo financiero de los afiliados con el sistema en su conjunto, se aprecia que estos aportan en forma neta, año tras año, la suma de las cotizaciones más los bonos de reconocimiento, menos los beneficios recibidos. Adicionalmente, aportaron el fondo inicial. Como resultado de este esfuerzo de ahorro, tienen derechos sobre el fondo final. Entre 1990 y el 2005, los aportes netos así definidos sumaron 22.919.452 millones, el fondo inicial en 1990 era de 4.292.298 millones, y el fondo final el 2005 sumaba 37.897.036 millones. Todas estas cifras en pesos del 2005. Si se calcula la tasa interna de retorno de todos estos flujos anuales, resulta una rentabilidad de 3.5% anual promedio, en el período considerado.
En otras palabras, en el período considerado, los asalariados han traspasado a los grandes grupos económicos, y a las AFP y Cías de seguros relacionadas, cotizaciones por un total de 23 billones de pesos, equivalentes a 43.671 millones de dólares, a una tasa promedio de 3.5% anual. Por su parte, las AFP han traspasado parte de esas cotizaciones, a grandes grupos, principalmente, y también al Estado, a la tasa de rentabilidad del fondo, que se aproxima al 10% anual, en promedio. Sin embargo, la mayor parte de dicha rentabilidad se diluye para los afiliados, puesto que como se ha mostrado, la rentabilidad neta de las cotizaciones totales, descontados los beneficios y el aumento del fondo, no excede el 3.5% anual. La diferencia se la embolsan las propias AFP y las Cías de seguro relacionadas, así como otros intermediarios que prestan servicios a estas industrias, como los corredores de bolsas y otros intermediarios financieros, entre otros.
Independientemente de quiénes son los principales beneficiarios, si los grupos que reciben las inversiones, las AFP y Cías de seguros u otros intermediarios, lo relevante es que la tasa efectiva que reciben los asalariados es muy baja. De esta manera, se produce un traspaso de recursos muy cuantiosos desde este grupo social hacia los grandes empresarios, principalmente. Puesto que la cifra traspasada es muy significativa –equivale al 40% del PIB, aproximadamente, en los últimos quince años -, el impacto de este mecanismo sobre la distribución del ingreso es muy regresivo.
A lo anterior hay que agregar, como se ha mencionado en trabajos anteriores (Cenda 2006, INP-Cenda 2005 a,b) el efecto de los cuantiosas franquicias tributarias que benefician a los sueldos más elevados en las AFP, las que suman el doble de lo que el fisco gasta en pensiones asistenciales para adultos mayores.
Cabe mencionar que cualquier incremento en la tasa de cotizaciones, o en la edad de jubilación, o en las obligaciones de cotizar para los independientes, se traduce necesariamente en un agravamiento de este mecanismo de redistribución regresiva del ingreso que representa el sistema privado de pensiones. En particular, un incremento en la tasa de cotización significa además una transferencia entre las PYMES – a las cuales les incrementa el costo salarial -, y los grandes grupos, puesto que las primeras no obtienen ni un solo peso del fondo de pensiones. Todo ello reclama el restablecimiento de un mecanismo de previsión de reparto, en el cual el destino de las contribuciones salariales no sean los grandes grupos, sino directamente los jubilados. Ello contará con una mucho mayor legitimidad social.
domingo, 19 de agosto de 2007
El negocio de las AFP
AFP otra desigualdad
por Manuel Riesco
EL PAIS DE LOS PRIVILEGIADOS
PorClaudio Agostini
A continuación, algunos ejemplos relevantes:
1. Archiveros, notarios y conservadores
La lista es aún más larga y sería importante tenerla completa para tomar conciencia de su magnitud. Sería aún mejor si lográramos cuantificar el efecto negativo que tienen en nuestra economía todas las excepciones que favorecen a unos pocos a costa de la mayoría, pero probablemente no hay datos para hacerlo.
El reino de la desigualdad
EL COMPROMISO DE CURANILAHUE
“Durante los gobiernos de la Concertación no se ha avanzado en absoluto hacia una mayor igualdad”, afirmó Roberto Pizarro, recordando, de paso, que esa fue una de las promesas olvidadas de la campaña presidencial de Ricardo Lagos. Incluso citó palabras pronunciadas por “el candidato Lagos” en Curanilahue: “Mejoraremos la distribución del ingreso fortaleciendo las oportunidades de los que han quedado rezagados.
TEMA POLITICO
Los comentarios fueron diversos, pero no contradictorios. El rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, se refirió al contrasentido del modelo económico chileno que presenta buenos niveles de crecimiento, pero fracasa en disminuir la brecha social.
Inequidades por mil
CONCENTRACION PATRIMONIAL (favorecida por la escasa regulación y la debilidad de las políticas hacia las Pymes):- Entre las mayores fortunas del mundo (Revista Forbes) aparece Chile con tres representantes: Andrónico Luksic (subió del N° 256, en 2002, al N° 140, en 2003), Eliodoro Matte (N° 176) y Anacleto Angelini (N° 205). - Sólo 16 grupos económicos explican el 80% del PIB.
MAS CONCENTRACIONES...- Cuatro bancos dominan el sector financiero: Colocaciones Banco Chile (18%), Santander (24%), Crédito e Inversiones (11%) e Hipotecario (7%).- Siete AFP (de 20, en 1993) manejan los 45.000 millones de dólares que capta el sistema privado de previsión.- Tres grandes tiendas (Almacenes París, Falabella y Ripley) dominan el mercado.
Y MAS DESIGUALDAD...- Las Pymes representan el 80% del empleo, pero no hay políticas que las sustenten realmente.- La participación de las ventas de las micro, pequeñas y medianas empresas disminuyó de 27%, en 1994, a 22%, en 2001.- La banca les cobra altas tasas de interés, y no se benefician ni con la baja de las tasas del Banco Central ni con el “bajo riesgo país”.- Las tres grandes tiendas, junto con los supermercados, ahogan a las Pymes proveedoras mediante cobro de publicidad, traspaso de riesgos y costos... Reproducen la desigualdad cobrando varias veces más a la gente de menos recursos mediante tarjetas de crédito con altos intereses (65% en promedio). Así, Falabella se convirtió en banco. Y Sernac reclama infructuosamente...
SALUD PARA RICOS Y PARA POBRES- La mortalidad infantil en Puerto Saavedra es 14 veces más alta que en Vitacura. Y en la comuna de Independencia, es 7 veces más alta que en Vitacura.- Las expectativas de vida son entre 10 y 20 años menores en las comunas pobres, en relación con las ricas.- Dos tercios de las horas médicas se invierten en el sistema privado, que da cobertura a menos de un tercio de la población.- Fonasa tiene varias veces menos recursos que las isapres y da cobertura al 80% de la población.- Los gastos de administración en el sector privado son varias veces más altos que en el sistema público. Y no cubren a los pobres, a los ancianos ni a las personas con enfermedades catastróficas. Para peor, a las mujeres les ponen trabas escandalosas (“planes sin útero”)
Declaración Conferencia Episcopal de Chile acerca del conflico laboral de Codelco
Por el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile† Alejandro Goic Karmelic Obispo de Rancagua Presidente† Cristián Contreras Villarroel Obispo Auxiliar de Santiago Secretario General
Santiago de Chile, 18 de julio de 2007