domingo, 19 de agosto de 2007

PSU, otra inequidad

A PROPÓSITO DE LA POLÉMICA SOBRE EL AUMENTO DE LA BRECHA ENTRE COLEGIOS PRIVADOS Y MUNICIPALIZADOS:
LA PSU REFLEJA LA INEQUIDAD DE LA EDUCACIÓN, PERO NO LA PROVOCA
Esa es una de las conclusiones a las que llegaron seis expertos reunidos por "El Mercurio" para analizar los resultados del test 2007.

MARCELA MIRANDA Y CARMEN RODRÍGUEZ

Tras los resultados de la PSU, de la emoción y del festejo de los "puntajes nacionales", quedaron las frías cifras que muestran una realidad: la brecha entre la educación municipal y la particular pagada. Los puntajes promedio obtenidos por ambos tipos de establecimiento mostraron diferencias aún mayores que en años anteriores.
Esta vez, los municipales pasaron de 459 puntos promedio a 457; y los particulares pagados, de 586 a 598. El aumento de la brecha fue comentario obligado esta semana. Y los expertos advirtieron que había que considerar en ello el aumento de 30 mil alumnos de escasos recursos que esta vez pudieron dar la prueba gracias a becas para el arancel.
Por ello, al controlar los factores socioeconómicos en el análisis, se ve que la brecha no ha aumentado. "Cuando se ajustan los promedios de acuerdo a la escolaridad de los padres y al nivel de ingreso familiar, se acortan las distancias", aclara Jorge Manzi, académico de la U. Católica y miembro del comité técnico de la PSU.
Según las cifras de Manzi, cuando se controlan estas variables, no sólo se acorta la brecha desde 120 a 40 puntos entre colegios particulares y municipales, sino que también esta distancia se mantiene estable en el tiempo, lo que se aprecia al observar los procesos de selección desde la última PAA aplicada en 2003 hasta la PSU 2006 .
El investigador de la UC dio a conocer este análisis frente a un panel de académicos de distintos sectores, reunidos por "El Mercurio" para debatir en torno a la PSU y a la crítica que se le ha hecho en torno a no ayudar a compensar la inequidad del sistema educacional chileno.
Los seis expertos coincidieron en que no se podría culpar al test de la inequidad que está reflejando, ya que éste sólo entrega señales. Pero ¿es el instrumento correcto para la selección universitaria dada la inequidad de nuestro sistema escolar?
"La PSU sí contribuye a aumentar la brecha porque se concentra en los contenidos de la enseñanza media, y el acceso ellos es inequitativo", afirmó SOLEDAD ARELLANO, del Centro de Economía Aplicada de la Facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile. "Y esto ocurre no sólo porque los colegios particulares son mejores, sino también porque sus alumnos tienen acceso a preuniversitarios".
Eso sí, aclaró que "no sabemos si con la PAA se habría mantenido esta brecha porque no hay estudios de control; por lo tanto, no se podría decir que la PSU aumentó la distancia".
En este punto coincidió Cristián Bellei, sociólogo del programa de Investigación en Educación de la U. de Chile: "Desde el punto de vista de un alumno, no es equitativo que me seleccionen para la universidad a través de una prueba en la que preguntan cosas que a lo mejor nunca tuve la oportunidad de aprender, porque esa posibilidad tuvo que ver con el lugar donde me tocó nacer". Y agrega: "Mientras más nos alejemos de la familia y de la escuela, más equitativo sería".

Para el educador Diego Ibáñez, en cambio, "lo del nivel socioeconómico es una excusa para no dar educación de calidad". Según él, por ejemplo, el programa oficial de lenguaje y comunicación es "una bofetada al sentido común, fuente de inequidad y una vergenza nacional".
Jorge Manzi y Erika Himmel -quienes formaron parte del equipo que creó la PSU- aseguraron que al implementarse esta prueba, nunca se prometió más equidad, pese a que algunos panelistas recordaban lo contrario. "Lo que se hizo fue una promesa de mayores oportunidades de aprendizaje", dijo Himmel.
¿Por qué? Porque de este modo, explicó Manzi, se alineaba la prueba de selección con el curriculum escolar, pues la PAA contemplaba contenidos sólo hasta primero medio. Y puso un ejemplo: "Cuando mi hija estaba en cuarto medio, la profesora de matemática no sabía cómo motivar a sus alumnos porque ellos sabían que esa materia no entraba en la PAA, así que estaban todos haciendo facsímiles bajo el escritorio".
"Que una prueba se base en el currículo permite que las oportunidades de aprendizaje tengan un efecto. Porque cuando as pruebas se desalinean de los contenidos, no hay un incentivo para que los profesores atiendan al currículo para poder mejorar los aprendizajes. ¿Cómo incentivas a un profesor a enseñar algo que no sirve?", afirma Manzi.
"Es verdad, uno no puede pensar sin contenido, pero no estupideces", arremete Ibáñez. "Mi problema es con la calidad e la prueba, con la forma precipitada que se llevó a cabo, sin facsímiles, sin validación; lo digo desde el punto de vista de los profesores".
Desafíos superiores
La PSU está cumpliendo su cuarto año y todos los participantes en el debate coincidieron en que se deben seguir studiando sus resultados.
Para Cristián Bellei, las universidades tienen responsabilidad en la selección de los alumnos. "Una opción es quedarse con los mejores según el actual sistema que refleja la inequidad. Y otra es tomar más en cuenta la experiencia escolar de cada estudiante: privilegiar a los que han demostrado ser más competentes en sus contextos sociales".
En esa línea Jorge Manzi mencionó la decisión de algunas universidades de dar cupo a los mejores alumnos de los uintiles más pobres. "Esto no se va a resolver rápido, así que hay que empezar a tomar medidas compensatorias".
Voces en debate
"Sé que la inequidad no está dada por la PSU. El problema es con la calidad de la prueba, especialmente la de lenguaje.
Los textos, la selección de antologías, son aberrantes". Diego Ibáñez Langlois, asesor pedagógico de los colegios Seduc.
"No culpemos al instrumento. Pruebas como la PSU entregan señales y puede ser que éstas no nos gusten. Pero las políticas de equidad no son cambiar los instrumentos de medición sino otras cosas". Jorge Manzi, investigador UC, miembro del comité técnico de la PSU.
"La inequidad en las oportunidades de educación son enormes y no se resuelven con afinar la PSU. Hay que cambiar el istema de admisión universitaria; ajustar el currículum a las necesidades reales y la PSU al currículum". Cristián Bellei, nvestigador, U. de Chile.
"Aquí no basta con que el Estado inyecte recursos. El sector privado también tiene que ponerse. Podrían aumentar los rupos empresariales que adopten colegios". SOLEDAD ARELLANO, investigadora, Facultad de Ingeniería, Universidad de Chile.
"Antes había más instrumentos de selección y por ello el sistema parecía más equitativo. Sería bueno poder seleccionar los alumnos sobre la base de lo que uno quiere encontrar en ellos. Hay que abrirse a otras formas de selección".
Carolina Velasco, Libertad y Desarrollo.
"Las universidades son libres de usar el sistema de admisión que quieran. Es cierto que existe el Aporte Fiscal Indirecto, que se asocia a los mejores puntajes PSU. Han trabajado tres comisiones para eliminarlo y nunca se ha logrado". Erika Himmel, académica U. Católica.

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