martes, 21 de agosto de 2007

“Hay que dotar de poder a los trabajadores”

El secretario de Estado dijo que más que legislar sobre salario mínimo, es importante establecer relaciones simétricas entre empleadores y trabajadores para negociar salarios justos y competitivos, respondiendo así a la tendencia en los países modernos.

El ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, se refirió ayer a la situación de inequidad expresada en las deficiencias salariales existentes en Chile y destacó que el diálogo social es la mejor opción para mejorar las relaciones laborales. Entrevistado por Radio Cooperativa, Andrade sostuvo que en la baja tasa de sindicalización en Chile y, especialmente, en la de negociación colectiva, están las razones fundamentales que explican la inequidad de salarios existente.
"En Chile, año a año, cada vez son menos los trabajadores que negocian, porque en muchos casos la negociación es un mero acto de adhesión a la propuesta de la empresa. Siempre la manija es muy fuerte para el empleador, y por eso hemos hablado de la necesidad de una relación más equilibrada", dijo.
En ese sentido sostuvo que fortalecer a los trabajadores como interlocutores válidos frente a sus empleadores redundaría en mejores niveles salariales y, por añadidura, en mayor estabilidad social.
"Hay un asunto de fondo que debemos considerar y en esto la Iglesia ha sido certera, y es que efectivamente tenemos un problema de desigualdad y que tenemos que afrontar no desde el punto de vista de la asistencialidad, sino de dotar a los actores de poder".
"En Chile ha existido un esfuerzo constante y permanente de diálogo, pero está faltando un diálogo más nacional, más general, y estamos en eso, y hay que hacerlo pronto, porque los tiempos siempre se hacen poco cuando se trata de pobreza y desigualdad", concluyó.
Respecto al proyecto de ley anunciado por un grupo de parlamentarios de la Concertación para establecer el salario mínimo como un salario universal, sobre el cual se debe calcular cualquier otro factor variable de ingreso, dijo que éste aborda un tema "que no es menor" en la actual legislación.
"El salario mínimo, que está asociado a una jornada, en la práctica, no se está aplicando de esa manera, y uno se encuentra con salarios bases bastante bajos, de 40 mil pesos mensuales, 20 mil mensuales, donde todo lo demás es variable. Eso, claramente, atenta contra un principio básico que está en la ley", dijo, añadiendo que "en la práctica se llega al mínimo, pero sobre la base de una exigencia hacia los trabajadores que va más allá del cumplimiento de la jornada. Y eso, en nuestra opinión, efectivamente constituye una irregularidad".
Andrade señaló además que la tendencia internacional apunta a que los trabajadores fijen sus salarios en una relación de negociación directa con sus empleadores; y que ésa debería ser la dirección que se debería asumir en Chile. "Por cierto -acotó- para eso hay que dotar a las partes de suficiente simetría para que por supuesto para eso hay que dotar a los trabajadores de una cierta simetría y equilibrio para que esas negociaciones sean entre iguales y sean negociaciones reales".

DEBATE POR LA EQUIDAD SOCIAL
El Gobierno optó por ordenar la explosión de propuestas en torno al mercado del trabajo que surgió tras la huelga de los subcontratistas de Codelco y la mediación del presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, que derivó en su fórmula de 250 mil pesos como salario ético mínimo.
Ayer en Chillán, donde encabezó los actos por el natalicio de Bernardo O’Higgins, la Presidenta Bachelet dijo que su administración busca “hacerse cargo de que hay una necesidad-país de sentarnos distintos actores a decir y buscar el máximo acuerdo, de manera que si a este país le va bien, que eso les llegue a los trabajadores”, aludiendo de esa manera a la próxima creación de un “consejo asesor para la equidad”.
En tanto dirigentes sindicales y parlamentarios de la Concertación denunciaron la vergonzosa situación de las dos mayores cadenas de supermercados en Chile: la de la familia Ibáñez, que opera con más de 150 distintas razones sociales y su tasa de sindicalización no supera el 4%; y la de Horst Paulmann, en donde la diferencia entre el salario más bajo de un trabajador y el más alto de un ejecutivo supera las 200 veces. A modo de comparación, en Japón esta relación es de cinco veces; y en Europa, de ocho.
El ministro del Trabajo afirmó que la única vía para obtener salarios más justos y competitivos es la negociación entre empleadores y sindicatos, pero en igualdad de condiciones. Para eso, dice, hay que dotar de poder a los trabajadores.
La atomización empresarial puede disminuir la capacidad de sindicalización
Abogado laboralista, ex director del Trabajo entre octubre de 2004 y marzo de 2006, Marcelo Albornoz lanzó ayer su libro “Subcontratación laboral y servicios transitorios”, orientado a servir de guía para el cumplimiento de la nueva normativa.
Albornoz sostiene que “cuando hay un abuso de razones sociales, efectivamente la atomización empresarial puede disminuir la capacidad de sindicalización”.
En su opinión, la normativa de subcontratación -sin la definición de empresa objetada ante el Tribunal Constitucional- no impide el abuso en la multiplicidad de razones sociales. Pero a su juicio, este problema no necesariamente requiere una solución legislativa.
“Una cosa es la legislación y otra es cómo lo conceptos se van aplicando en la práctica. En el último tiempo hemos observado negociaciones que no están en la ley, que no están regladas, pero en la práctica han sido reconocidas”, sostiene. Del mismo modo, añade, “las buenas prácticas laborales también pueden hacer innecesaria el estar legislando a cada rato”.
Albornoz explica que en lo que respecta a la multiplicidad de razones sociales y el concepto de empresa, “hace bastante tiempo que la jurisprudencia ha ido reconociendo que el tener una sociedad constituida distinta a otra, con otro RUT y contabilidad distinta, no es suficiente para acreditar que se trata de distintos empleadores”.

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