lunes, 14 de julio de 2008

Los contrastes de dos socialistas: Palestro vs Nuñez.

A continuación presentamos los discursos de dos parlamentarios del Partido Socialista, cuando se discutía la aprobación del proyecto de ley que permitiría vender yacimientos de Codelco (Ley 19.137) de 1992.

Es importante leer estos discursos de dos socialistas, uno que defendió la nacionalización, Mario Palestro, y otro que se somete a las transnacionales mineras, Ricardo Núñez. Quizás esto explique porque posteriormente Mario Palestro fue expulsado del P.S., siendo Núñez uno de los impulsores de esa expulsión.

Intervención de Mario Palestro.

"Señor Presidente, quiero expresar, una vez más lo manifestado en la discusión del primer informe del proyecto que propone la privatización de Codelco y del cobre chileno; no es otra cosa. En aquel tiempo, fui el único Diputado – debe aparecer en la versión de la Cámara – que voto en contra, en defensa de los intereses de Chile y en recuerdo del autor de la Ley Nacionalización del Cobre, mi querido y siempre presente compañero Salvador Allende.

Manifesté cual era la opinión del pueblo chileno respecto de este proyecto tan importante y trascendente para el futuro de nuestro país. Dije lo mismo señalado por ciertos colegas; no muchos. Los que tenían algo que decir, lo hicieron; algunos se han pronunciado abiertamente en o a favor de la iniciativa, y otros, forma muy ambigua, no han dicho si votarán en contra o a favor. En todo caso, ya se conoce la posición de los parlamentarios; muchos de ellos coinciden con las palabras del Senador señor Otero – no sé si es de Renovación Nacional o de la UDI, en todo caso, es el mismo perro con las mismas pulgas-, que ha dicho que ahora es el momento de vender las minas de cobre, porque éste tiene un precio excepcional.

Es la mentalidad del vende patria, a quien no le importa la riqueza del país o lo que pertenece al país y a los trabajadores que han hecho grande la industria del cobre. Dijo que hay que aprovechar de vender ahora lo que es de todos los chilenos, porque el precio del cobre es muy alto y se puede ganar más dinero. Eso es ser mercantil, mercachifle de los intereses de la propia patria, si es que son chilenos. Me decían ayer que en Estados Unidos le preguntaron, en la televisión, a uno de los candidatos, uno de los grandes empresarios de ese país, que como era posible que estuviera haciendo tal tipo de negociaciones, si acaso era norteamericano o no; y ese político mostró un billete de dólar y dijo “Esta es mi patria”; el billete, el dinero, el dólar. Esos sinverguenzas esos vende patrias, esos traidores, no pueden tener cabida en nuestro país. Estados Unidos explotó nuestro cobre hasta 1970 – cuando asumió el compañero Allende- y se llevó lo mejor del país.

Ahora se trata de disfrazar este proyecto que entrega al capital extranjero una riqueza fundamental para Chile, lo disfrazan diciendo lo que se va a vender no es Codelco. No es Chuquicamata, yacimiento que según los técnicos, tiene reserva para 20 años más. Es decir, esa mina está prácticamente “floreada”. Lo que se venderá son, justamente, los grandes yacimientos inexplotados, que constituyen la riqueza a que debe recurrir nuestro país.

Entonces, cómo es posible que no se defienda aquí algo que han levantado los trabajadores, el pueblo, para hacer grande el país. El compañero Allende decía que el cobre era el sueldo de Chile. Ahora lo quieren entregar a la voracidad de los capitales, igual como lo hicieron con Huachipato y las grandes industrias creadas con esfuerzo y sacrificio de todos los chilenos. Las vendieron a precio de gallina flaca a los capitales; se las regalaron.
Algunos salen en defensa de los trabajadores del cobre, que son los que reciben la menor parte de esta gran riqueza, pero que después será de capitales extranjeros.

Por eso con toda franqueza y claridad, como lo dije en el primer informe, votaré rotundamente que no en contra de este proyecto porque es antipatriótico.

He dicho."

Intervención de Ricardo Nuñez.

Señor presidente, Mediante este proyecto lo único que se pretende es devolver a la Corporación un derecho que le otorga la ley nacionalización, la que consideraba la flexibilibidad necesaria para que las empresas colectivas del Estado dispusieran libremente de su propiedad minera, facultad que Codelco perdió al dictarse el decreto ley Nº 1167.

Lo expuesto significa que gran parte de la propiedad minera de Codelco no ha sido siquiera evaluada, ni menos aun incorporada al proceso productivo, constituyendo, para el desarrollo nacional, un importante recurso potencial que se encuentra ocioso. Esto nos enfrenta al desafío de poner en operación y hacer producir este gran volumen de propiedad minera sin explotar, a de que Codelco pueda mantener y aumentar en el futuro su escala de producción y conservar su carácter de empresa líder en la industria cuprífera. Y, para mantener esta posición tiene que comprometerse en la tarea de asumir su modernización. Solo así logrará asegurar su competitividad, tanto presente como futura.

En 1990, el cobre representó aproximadamente el 45 por ciento del valor de las exportaciones chilena, y Codelco, por su parte, generó el 22 por ciento de los ingresos recaudados por el Fisco. Estos antecedentes ilustran bien el peso especifico de ese metal y de la Corporación Nacional Cobre en la economía del país.

Lo anteriormente expuesto nos lleva a afirmar que Codelco requiere de una urgente modernización y de cuantiosas inversiones, a fin de asegurar su competitividad presente y futura. Sin embargo, la empresa no está en condiciones de efectuar por sí sola las grandes inversiones requeridas. Sólo las que ella debe realizar en sus yacimientos en operación copan sus posibilidades presupuestarias.

Por lo tanto, la situación que enfrenta hoy Codelco nos hace afirmar de manera categórica que, si no se implementa una política de modernización de la empresa, en un futuro previsible nos veremos ante el drama de observar cómo se cierran nuestros principales yacimientos de cobre, o que éstos pasan a ser privatizados, por la imposibilidad del Estado de mantenerlos a un nivel de explotación económicamente rentable para el país.

Más aún; es necesario agregar que, cuando ya estamos en los inicios de la era “post-industrial” (como la que vive la humanidad y que hace hablar a algunos historiadores de la “revolución científico- tecnológica”) resulta altamente probable- así lo indican las tendencias modernas de investigación- que la fibra óptica empiece a reemplazar masivamente al cobre, en 30 ó 40 años más (1).

A Vía de ejemplo, si hoy quisiéramos llevar energía desde la Undécima Región a todo el norte de Chile, al sur del Perú, al noreste argentino (a partir del enorme caudal hidrológico de esa zona del país con la utilización de las actuales tecnologías que suponen el uso masivo del cobre electrolítico), no sería rentable el proyecto por los valores que en estos momentos tiene ese metal. En cambio, los técnicos y científicos prevén que aquello podría llevarse a cabo mediante el empleo de la fibra óptica.

Es decir, si, además, Chile debe enfrentar el fantasma de la sustitución de nuestra principal materia prima en actividades industriales- no olvidemos el drama que vivió nuestra patria a raíz del reemplazo del salitre por el nitrato de sodio sintético-, podemos concluir que el país se halla hoy frente a un desafío de una envergadura jamás pensada en lo que es su principal industria.
Desde esta perspectiva, se concluye la conveniencia de modificar las limitaciones jurídicas que enfrenta CODELCO en materia de propiedad minera, como una forma de flexibilizar el desarrollo de la empresa e incrementar sus aportes al progreso nacional. Ella se encuentra, entonces, ante la tarea histórica de modernizarse, la cual- una vez más lo repito- por ningún motivo debe confundirse con la tendencia privatizadora, que algunos pretenden insinuar. Estamos por la modernización; pero vamos a ser inflexibles en impedir su privatización.

En base a las consideraciones expuestas, al análisis efectuado en cuanto a la situación que enfrenta hoy la industria del cobre en Chile y a los desafíos de modernización que debe asumir esta empresa,,estimamos que , para lograr este objetivo de renovación, CODELCO requiere contar con todas aquellas facultades que le permita operar de manera flexible y dinámica en el mercado internacional. El proyecto en debate fortalece tales atribuciones pues tiene como principal finalidad dotar a la empresa de cierta autonomía en el manejo de su propiedad mediante el otorgamiento de facultades que respondan a las necesidades del mundo actual.

Por esta razón, señor Presidente, apoyamos el proyecto en términos generales. Sin embargo, es necesario hacer presente algunos puntos que, a nuestro entender, requieren especial atención. Podría referirme a varios de ellos; pero particularmente deseo poner la atención en lo referente a la situación de los trabajadores vinculados a la actividad cuprífera.
Ahora bien, estamos conscientes de las enormes dificultades que tiene CODELCO, y de la necesidad de modernizar la empresa. Pero, además, señor Presidente, queremos ser muy claros y categóricos en afirmar que, sobre la base de la aplicación de esta ley en proyecto, los yacimientos que en nuestra opinión forman parte sustantiva de la industria del cobre en nuestro país no pueden quedar sujetos a la elaboración de perspectivas de asociación con otras actividades. En otros términos, El Abra, Chuqui Norte, Chuqui Sur, Mansa Mina, Mina Vieja, Mina Nueva, Altamira y Don Luis deben ser declaradas expresamente intransferibles en el proyecto en debate.

La defensa del cobre es un tema complejo, que no sólo compete a los Parlamentarios. Todos los chilenos durante muchos años hemos luchado porque esta empresa sea fundamental para el desarrollo económico, social, cultural y espiritual de nuestro país. Los trabajadores del cobre han sido celosos cuidadores de este inmenso patrimonio nacional, que ha generado tanta riqueza para Chile.

Por lo expuesto, señor Presidente, apoyaremos en general esta iniciativa, teniendo presente que durante su discusión particular y a través de las indicaciones que formularemos es fundamental procurar que el texto aprobado sea efectivamente la expresión de la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo.
Gracias, señor Presidente.

(1) Nota del Comité: Para defender la inversión extranjera, el Sr. Núñez argumentó durante muchos años en el Senado, que el cobre no tenía futuro porque sería reemplazado por la fibra óptica en la conducción de la electricidad, lo que es una ignorancia inexcusable, pero esa era su manera de defender que las transnacionales mineras explotaran rápidamente y sin ser molestados nuestro cobre. No importaba que no pagaran impuestos, ya que prácticamente había que darles las gracias por explotar un recurso “que no tenía futuro”, según este senador”socialista”.

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